un sueño

quinchamali-gallinas

sueño que estoy en el macba con gerardo mosquera en una exposición extraña que no distingue los espacios de la muestra de arte y la tienda. es decir, el museo es una tienda donde los productos son tratados con el cuidado de obras de arte. o, el museo expone obras que no son piezas únicas y que están a la venta, a precios bastante accesibles, si es que fueran obras de arte. gerardo me habla como si fuera garcía canclini, es un tema relacionado con la cultura popular. al mismo tiempo hablamos de barcelona, y de drogas sicotrópicas (como solemos hacer). entra mucha luz y el museo sólo es una planta baja. miro en un expositor una pieza que es un platito con una gallina, un pato y unos pollos hechos de cerámica pintada. es como si fueran de greda de quinchamalí, pero pintados de colores, verde, blanco y rojo. lo tomo en mis manos como si fuese a comprarlo, sé que de esa pieza hay unas 40 copias y que cuesta 90 euros. hablo con gerardo. y salgo. afuera hay un evento público, silvia rivera cusicanqui está dando una conferencia bajo el sol. hay un escenario enorme, pasto artificial, y la referencia más directa de cómo está dispuesto el espacio es el sónar, pero claro, no es el sónar, es silvia rivera cusicanqui dando una conferencia. en el sónar no hay tantos migrantes ni personas racializadas como ahora, pero el contexto sigue siendo parecido. accedo a ese espacio por la parte trasera de escenario y me doy cuenta de que me robé el plato con los pollos y gallinas. y sobre todo me doy cuenta de que no tengo espacio en mi casa como para poner algo así: artesanal y sin función utilitaria. digo: “¡mierda! me acabo de robar una obra del macba, qué cagada, no sé ni a quién puedo regalársela”. se me pasa por la cabeza devolverla, incluso pagarla, pero me parece un gesto inútil, tan inútil como el plato. pienso enviarla a chile de regalo a mi madre o a mi tía, pero considero que es muy estúpido enviar a chile un producto artesanal sobrevalorado que parece hecho precisamente en chile. me lo guardo en la mochila intentando mantener la verticalidad de la composición, los pequeños animales no están adosados a la base y todo parece bastante frágil. de mi mochila saco un plástico de burbujas e intento acomodarlo todo de forma adecuada porque lo interesante ahora es la conferencia, pero entonces despierto.